15 abr 2010

"[...] De más esta decir  que me convenció con su correo electrónico, pero es que él tiene esa capacidad de dar vuelta las cosas y de encontrar respuestas ahí donde todos vemos sólo signos de pregunta amontonados como en un boliche. Decidí esperar unas horas que después se convirtieron en días. Una parte de mi estaba demasiado decepcionada, la otra estaba enamorada de él. No es nuevo pero siempre hay que recordarlo: cuando nos enamoramos, nos ponemos idiotas. Hasta las mujeres más sabias que conozco se vuelven idiotas cuando se enamoran. No soy todavía mujer, mucho menos sabía.
   De todas maneras, ¿de qué se enamora alguien cuando se enamora? ¿Te enamorás de la persona, o de la imagen que te hiciste en la cabeza de esa persona? ¿Te enamorás de lo que sos cuando estás con ella? ¿Te enamorás de lo que sentís? Te enamorás como un idiota aunque sabés que va a terminar mal. Que todas las historias de amor, incluso las más rosas, terminan mal. [...]"

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